Con sólo 33 años el portugués ya se ha convertido en uno de los entrenadores más prometedores de Europa
Abramovich lo tiene claro, Villas Boas liderará el nuevo proyecto de los blues. Después de una temporada sin títulos el multimillonario dueño del Chelsea quiere renovar los cimientos de un equipo que parece agotado. Que mejor que comenzar el cambio desde el banquillo con un hombre que desborda juventud, infunde respeto y transmite ilusión. Y es que a pesar de tan sólo tener 33 años, Villas Boas lleva 17 años dominando el arte de entrenar. No cabe duda de que es un tipo especial.
Un alumno aventajado
Bobby Robson entrenaba al Oporto allá por 1994 cuando abrió una carta en la que se le invitaba de forma constructiva a cambiar sus métodos tácticos. El remitente era un tal André Villas Boas, un joven estudiante de 16 años, vecino del entrenador británico y que mostraba su descontento por los pocos minutos de juego y la forma de utilizar al delantero centro del equipo Domingos Paciência.
La carta estaba tan bien redactada y las tácticas propuestas eran tan depuradas que el mítico técnico británico no tuvo más remedio que ponerse en contacto con su vecino. Gracias a su descarado talento para entender el fútbol Sir Bobby Robson le introdujo en el Stage técnico del Oporto. Allí comenzó como captador de talentos en las categorías inferiores y absorbió multitud de conocimientos para preparar su carrera como entrenador. Con las influencias de Robson y sus ilimitadas capacidades para asimilar conceptos futbolisticos comenzó a sacarse el título de entrenador en cursos organizados por la UEFA, hasta el punto que con tan sólo 23 años ya era el director técnico de la selección de las Islas Vírgenes Británicas. Los dirigentes sólo conocieron su edad real cuando ya se había marchado.
Un camino ligado al de Mourinho
La marcha de Robson y su discípulo Mourinho al Barcelona le obligó a seguir aprendiendo en solitario. No sería hasta el año 2002 cuando Mou le reclamó para componer su plantilla de ayudantes en el Oporto. Según explicó el propio técnico, André era su ojos y sus oídos. Junto a él cosechó dos años maravillosos. En la 2002-2003 ganó la Copa de la UEFA además de la Liga, la Copa y la Supercopa de Portugal. Al año siguiente repetirían el título liguero y lograron la Champions League ganando por 3-0 al Mónaco.
Villas Boas en su etapa en el Chelsea
Tras esas hazañas, Mourinho estaba en la agenda de todos los grandes clubes de Europa. En 2004 fichó por el Chelsea, donde ante las insistentes preguntas de la prensa británica sobre sus capacidades el técnico se bautizó así mismo como The Special One (Un tipo especial). Villas Boas también colaboraría en su éxito en Inglaterra donde juntos consiguieron hacer del Chelsea un grande de Europa.
Con la repentina marcha de Mourinho de Stamford Bridge, el entrenador se fue a África para colaborar como comentarista en la Copa África. Fue cuando André aprovechó para viajar a Barcelona, reservar una butaca en el palco del Camp Nou y empaparse de la cultura de los culés. Era la época en la que entrenaba Rijkaard y mientras Villas Boas tomaba notas durante todo el año su jefe se reunía con Txiki Beguiristaín e Ingla para negociar su futuro fichaje por el Barça.
Finalmente Mou no ficharía por el Barcelona y empezaría una nueva etapa en Italia. Era el año 2008 y como siempre la intención del técnico era contar con su fiel ayudante en su nueva aventura en el Inter de Milán. Villas Boas no lo tenía tan claro, creía que había llegado el momento de entrenar en solitario. Pero Mou no le dejó marchar, era imprescindible por lo que consiguió retenerle un año más.
En 2009 llegó su momento. Villas Boas se hizo cargo del banquillo de un Académica de Coimbra que se hundía en la última posición de la tabla con la temporada ya comenzada. No sólo consiguió salvar al equipo dejándolo en la zona media de la tabla sino que acabó practicando un fútbol muy vistoso. Ya estaba en el mercado de entrenadores y el Oporto llamó a sus puertas el verano pasado. Los dragones querían volver a ser grandes y se fijaron en el entrenador más emprendedor de su país. Ahora, un año más tarde André Villas Boas ha cumplido con todas las espectativas consiguiendo un triplete sólo comparable al que consiguió su maestro Mourinho en 2004.
Los retos de Villas Boas parecían encaminarse a afrontar un año más en el Oporto con la Champions como proyecto más ambicioso pero André no quema etapas como otros entrenadores, es un alumno aventajado. Abramovich ha apostado por él y no está dispuesto a defraudarle. Con los millones de ruso a su disposición quién sabe de lo que puede ser capaz.
http://www.youtube.com/watch?v=hJdHoD6__3A&eurl=http%3A%2F%2Fwww.enfermosdelfutbol.com%2F2011%2F06%2Fvillas-boas-un-nuevo-special-one-para.html&feature=player_embedded
Aún queda mucho por hablar de Villas Boas pero no esperen encontrar en él a un clon de Mourinho. Es más políticamente correcto aunque se le noten ciertos ademanes irónicos en las ruedas de prensa en las que deja a las claras que en la faceta mediática no ha podido tener un maestro mejor. Le gusta el fútbol de toque, se declara admirador de Pep Guardiola aunque se ve mucho más reflejado en Bobby Robson como entrenador. Sin embargo tácticamente puede resultar camaleónico. Su 4-3-3 habitual no es imperatuvo, el sistema lo marcan sus jugadores y el planteamiento la situación, hay partidos para esperar atrás y encuentros en los que sale a comerse al rival. Este es André Villas Boas, sin duda un tipo especial que conquistará Stamford Bridge.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=dk1CoVq_XtI
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